por Leandro González de León, para Güarnin!
Tras años debatiendo la
concentración mediática y el llamado #findelperiodismo a nivel global,
recibimos En primera plana (Spotlight, 2015) como un reconocimiento al
buen ejercicio del periodismo.
La película recrea el trabajo de
la unidad de investigación del diario Boston
Globe, que en 2002 expuso un centenar de casos de abuso sexual de menores
en la Arquidiócesis de Boston. Aquel trabajo motivó el procesamiento de los sacerdotes
y puso en crisis a la Iglesia Católica, revelando que los abusos eran
frecuentes y su encubrimiento, sistemático. Pero la historia no se centra en
estos hechos, sino en la investigación que realizaron editores y reporteros del
diario.
Spotlight recibió el Oscar a Mejor Película y Guión, otros 107
premios internacionales, se proyectó en el Vaticano y fue elogiada por
referentes de la Iglesia. Cabe destacar además el trabajo en diseño de
producción (Stephen Carter), con una precisa reconstrucción del pasado
reciente, sobre todo en lo relacionado con la tecnología, a medio camino de la
explosión de Internet.
Aunque meticulosa, Spotlight no es imparcial y se liman
asperezas, exaltando los valores y logros de los periodistas. El guionista Josh
Singer lo aclara: “La intención no era exponer a la Iglesia [sino] mostrar el
poder de la sala de redacción”.
No cabe el cinismo a la House of Cards en una obra que expone la
posibilidad real de cambiar las cosas desde este oficio. En este sentido, Spotlight, más que sacudir nuestra fe, nos
invita a creer; a volver a creer en el periodismo.